Manda huevos que haya tenido que caernos una pandemia encima para que por fin Collie tenga vida…
Un año y medio ya como aquel que dice lleva esta canija en casa, pobreta relegada a estar siempre en un rincón, sin salir de paseo, ni en fotos, pasando completamente desapercibida siempre.
Esto ya lo comenté en otra entrada hablando de esta pequeñaja… De verdad, admiro profundamente a los artistas que llevan tiempo customizando muñecas, por que hasta que no te pones a ello, no sabes de verdad lo díficil que puede llegar a ser, sobretodo con muñecas de colores oscuros.
Osea…, no sé; por que perdí la cuenta hace ya tiempo, de las veces que he llegado a pintar a esta señorita para no estar nunca convencida ni siquiera minimamente con el resultado.
Cuando me decidí a adoptar una Thea de Anhais Studio en Black Skin, mi intención era hacer una gatita negra con heterocromía, teniendo un ojo azul y otro dorado; hasta aquí todo bien, en mi cabeza estaba empeñada en que tuviera apariencia gatuna, el problema me cayó encima como una roca gigantesca en el momento en el que me puse a maquillarla.
Os ahorraré esta parte…
Bien, ahora con el confinamiento me he volcado casi por completo en el Dolly Festival, en trabajar en el stock, en cosas del diorama, el vestuario de las niñas…, cosa que a veces pues acaba siendo un poco agobiante la verdad, por lo que me pareció buena idea bajarme a Collie de su rincón en la estantería de las canijas para que presionara un poco con su presencia y así pues también me ayudaría a desconectar un poco del trabajo de evento.
La cosa funcionó y dando un repaso a la idea base original, pues me dio por darle un repaso pensando en una de las niñas que tiene que llegar a la familia este año, por lo que se han acabado vinculando y gracias a eso, la motivación y inspiración para trabajar con ella una vez más resurgió de las profundidades.
Confieso que llegué a un punto en el que estaba comenzando a plantearme venderla y todo al darme la paranoia de que igual fue un error traerla a la familia por no saber hacerla encajar en ella.
Si, también me planteé el mandarla al spa de Lydia Studio a maquillar, pero la cabezonería de «no joder, quiero hacerlo yo, si no soy capaz de hacerlo yo es por que aun no estoy preparada para customizar».
Cosas de Lena…
Y bueno, si estoy escribiendo esta entrada, es por que al fin he conseguido hacer algo con lo que estoy contenta y con lo que Collie por fin puede salir de las sombras y dar la cara al mundo.
Por ahora solo os enseño el resultado, hablaros de ella pues creo que lo dejaré para cuando esté lista su compañera principal y así hablo de las dos juntas.
Espero que os guste, por que la tía me ha dado muchisima guerra hasta llegar este día.
Ahora si…
Collie, bienvenida a la familia de El Baúl de las Kekas.
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