Secuelas del hobby

No penséis por el título que esta entrada trata de mi abandonando el hobby o de cosas malas que me haya probocado ni nada por el estilo, al contario; aunque la palabra secuela puede ser negativa, yo quiero darle la vuelta y en esta antreda hacer que sea positiva, por lo menos en mi caso.

Alguna vez ya he comentado que este hobby me ayudó a salir de un pozo de mierda y como gracias a el, pues he ido superando ciertas cosas, a reconciliarme con otras e incluso descubrir nuevas sobre mi misma.

Os diré que nunca he sido una tíaque se preoupara especialmente por su manera de vestir, siempre me ha dado bastante igual ponerme un pantalón con un jersey que no quedaran especialmente conjuntados o me la pelaba si los accesorios no tuvieran relacion alguna entre si o con la ropa que llevara puesta y cosas así.

Bueno pues parece que tanto tiempo jugando con mis muñecas, vistiéndolas de mil maneras y cuidando hasta el más mínimo detalle en sus outfits ha hecho que esto, de alguna manera pase a mi misma también y es que el otro día yendo a trabajar me di cuenta de un detalle estúpido, pero que ahí estaba y es que, me había vestido con un pantalón azul rollo tejano, una camiseta verde oscuro y una sudadera amarilla y cuando me fijé en los calcetines me di cuenta que eran de rallas amarillas y naranjas, osea combinados con la puñetera sudadera; algunos diréis «bueno, pero eso puede ser mera coincidencia» y podría ser, pero pensando (por que iba en el metro aburrida y medio dormida), recordé que la noche anterior preparando la ropa para ponerme, había cambiado varias veces de opciones de camiseta y escogiendo la ropa de manera que los colores no fueran demasiado parecidos a los del día anterior y he acabado dándome cuenta de que esto mismo llevo ya un tiempo haciéndolo.

Que si, que es la tontería más absoluta del día, pero me hizo gracia darme cuenta de esto gracias a unos calcetines.