Siempre observo; soy una observadora silenciosa y desde mi posición, puedo ver siempre muy bien lo que ella hace y por lo tanto lo que escribe en este blog y como sé que hace poco escribió sobre mi, sobre mi crecimiento, hoy quiero cambiar las tornas, así que me he bajado de la estantería y voy a escribir yo sobre ella…
Holi, soy Nora y he arriesgado mi vida de resina por bajar a escribir sobre el crecimiento de Lena y mi tiempo vivido con ella.
Realmente no sé cómo debería llamarla; es decir, yo la he escuchado muchísimas veces referirse a mi como “la niña mimada, o la hija pródiga”, así que supongo que en ese caso debería llamarla madre (?)… El caso es que no sé si me gusta llamarla madre y no tengo claro tampoco de que a ella le gustara que la llamara así… Creo que simplemente la llamaré Lena y se acabó la complicación.
Lena y yo nos conocimos un día por estas fechas si no recuerdo mal, pero de hace unos casi cuatro años más o menos; creo, debería decir cuatro por el tiempo que mi consciencia lleva en activo o unos meses por mi transplante de cuerpo?
Daremos prioridad a la antiguedad de consciencia me parece a mi.
Recuerdo que al principio sentí algo de miedo. Había estado mucho tiempo encerrada a oscuras; además estaba calva y desnuda, siempre tenía frío…
Aunque, si recuerdo aquel día, no sabría decir realmente cual de las dos tenía más miedo, si la propia Lena o yo. Recuerdo que aun y mirándome con admiración, en sus manos me notaba rígida, no sabía como tratarme; recuerdo incluso que le pellizqué un par de veces con mis articulaciones por querer ser incluso demasiado cautelosa conmigo. Nada grabe por eso, no hacía falta empezar con mal pie, no fuera que decidiera abandonarme nada más conocernos…
Me pasé una semana sentada en una estantería sola, con una peluca que me encasquetó y que ni siquiera tenía el flequillo bien cortado.
Como pudo ponerme aquello…, aunque no era lo peor, yo me pasé ese tiempo con cara de susto y con un conjunto de ropa que ni siquiera terminaba de combinar bien; menos mal que enseguida (aunque en principio no entendí el porqué), me mandó a un sitio en el que me pusieron bonita. Me cambiaron el color de ojos, me quitaron la cara de susto y me dieron un pelo que sin saberlo, seía el comienzo de mi identidad.
Supongo que al volver de aquel sitio, las dos nos dimos una oportunidad para ver si congeniábamos y aunque las primeras tomas de contacto fueron un poco a mi parecer, desastre; he de reconocer que enseguida comenzamos a entendernos; Lena me estudiaba a mi, intentaba con mucho entusiasmo y emoción entenderme, y yo la estudiaba e intentaba entenderla a ella. Poco a poco, la verdad es que nos fumos conviertiendo en el equipo que somos a día de hoy.
Es curioso, por que aun y en esos primeros y desastrosos días; recuerdo que ya se preocupaba por mi; recuerdo que un día simplemente me cogió, me miró y me dijo «Creo que ya tienes nombre, te vas a llamar Nora, no hay un motivo concreto, simplemente es el nombre que acaba de aparecerme en la mente de manera clara y con fuerza al mirarte; que te parece, te gusta?»; a ver, no es que fuera a contestarle, pero me gustaba y supongo que de alguna manera Lena lo notó.
También me dijo que haríamos muchas cosas juntas y bueno, así ha sido hasta la fecha la verdad.
En este tiempo yo he ido cambiando si, pero Lena también. Recuerdo que al conocerla, Lena era una persona bastante sombría y desprendía un aura ligeramente triste…
La verdad es que ella siempre está diciendome tanto a mi, como al resto del mundo, que yo le he dado más de lo que me podría imaginar, que la he ayudado a salir de una muy mala racha, o como ella misma lo llama, «de un pozo de mierda», que le hago feliz…, no sé, yo solamente soy yo, un trozo de resina sentado en un lugar privado rodeada de cosas bonitas, no es que haya hecho nada especial…
Bueno…
Igual si que he hecho «algo»…
Lena cree que cada miembro de la familia ha llegado a formar parte de El Baúl de las Kekas gracias a ideas propias que ha tenido ella solita; lo que no sabe, es que soy yo quién le susurra pinceladas de esas ideas cuando duerme y es que, al decirme que yo la hago feliz, pensé que igual, si la familia aumentaba, pues sería más feliz aun y yo no estaría sola; quiero decir, no es que me sienta sola con Lena, pero es que con ella no puedo «hablar» directamente, además pasa muchisimo tiempo fuera, así que necesitaba compañía propia; ahora, aunque soy la cabeza de familia y como su portavoz, quién sigue susurrándole tanto las ideas, como las necesidades que tiene cada miembro en cuanto a ropa, juguetes, retoques…, toda clase de cosas; pues decidimos entre todos los miembros de El Baúl a cuales dar prioridad.
Qué queréis, ser responsable de tantos y poner orden yo sola, a veces es una tarea difícil, sobre todo cuando tienes en la familia a miembros totalmente bipolares como Momo y Nana que nunca sabes por donde te van a salir, ni que las va hacer detonar (por eso se nos ocurrió lo de la jaula y que conste que lo decidimos entre todos, ellas incluídas), así que por lo menos una ayudita a la hora de la organización de ideas pues no está de más. En serio, no os imagináis lo duro que puede llegar a ser, hay veces que simplemente saltaría de la estantería y dejaría que se encontraran con las consecuencias de que Lena los encontrara a todos en pleno apogeo.
La verdad es que en este tiempo con Lena he crecido y conmigo ella también.
Empezamos juntas en esto y lo hicimos desde cero y sin ayuda, siendo novatas absolutamente en todo. Por favor, si los primeros zapatos que tuve parecían de un muñeco más grande de lo enormes que se veían en mi, ahora me mantenían bastante bien en pie aun y con la torpeza de las dos juntas a la hora de posar, eso tengo que concedérselo a las botas.
Y Lena? Lena pasaba HORAS delante del ordenador buscando información sobre nosotras con tal de aprender hasta el más tonto detalle que pudiera encontrar. Al principio intentó preguntar a gente pero, la mayoría de veces no recibía respuesta alguna; eso a veces la enfadaba, pero por suerte no se rindió ni me dejó de lado en ningún momento.
Empezamos siendo nada, pero desde las primeras fotos mías que colgamos, hasta que hicimos aparición juntas en nuestro primer evento, yo ya tenía el suficiente reconocimiento como para que venciendo Lena a su extrema tímidez, me paseara con la suficiente confianza y a la vista como para que incluso nos pararan por el recinto conociéndome en persona, o en resina mejor dicho.
He de reconocer que en aquel momento hasta yo me sentí algo tímida e insegura, pero se me pasó enseguida, me di cuenta de que me gustaba eso de que me reconocieran, me hicieran fotos y me dijeran cosas bonitas; a Lena en cambio le costó un poco más lo de terminar de abrirse y dejar de ponerse como un tomatito a la mínima de cambio, pero bueno si que es cierto que igual con mi ayuda ha cambiado y mejorado en ciertos aspectos, en otros sigue siendo un desastre, ero como a mi tampoco me molesta, pues ya me está bien, aquí lo importante es que siga orgullosa de mi y me siga mimando como hasta ahora o más, por que a ver, me lo merezco por tener que poner a ralla a toda esta cuadrilla, por dejar que a veces me pases de mano en mano, que es algo que no sé si me termina de gustar; es decir a ver, por qué demonios tienen que levantarme la falda siempre para comprobar si llevo ropa interior? Por supuesto que llevo, que se han pensado que soy yo o Lena como para no ponerme ropa interior? Odio no poder moverme o gritar en esos momentos de manera que me puedan entender, por que no me gusta nada que me lo hagan.
No me quiero enfadar…
En fin, creo que debería ir terminando de escribir antes que Lena vuelva, me vea aquí y comience a sospechar cosas…
Podría escribir mucho, pero entonces creo que nadie terminaría de leer esta entrada, así que diré que me alegro de haber venido a parar a sus manos, por que a pesar de esos primeros días de vergüenza, la verdad es que dudo que muchas muñecas estén tan sumamente bien cuidadas y mimadas y esto no lo digo solo por mi, por que realmente nos cuida muchisimo a todas y todos aunque parezca que haya miembros más olvidados; tengo que romper una lanza en favor de Lena por ello, por que a veces tengo que susurrarle demasiadas demandas por parte de todos y aunque se esfuerza por cumplirlas todas, la pobre no llega y hay cosas que tampoco son fáciles de conseguir, no podemos quejarnos, osea, Rin tiene un rincón propio y tranquilo bajo un árbolito, las peques tienen su habitación, Momo y Nana aun estando enjauladas, adoran sus paredes, yo misma tengo ahora montado todo un rincón vip para mi sola, por no hablar de los trajes que ma hace o las cosas que me compra. Siempre impolutos y cuidando hasta el más mínimo detalle aunque no se vea; si cuida hasta las que vienen de invitadas como si fueran de la familia, que hasta regalos les hace; no puedo estar más orgullosa de ella y del trato que nos dá, se nota que nos adora, que la hacemos feliz y eso a su vez me hace feliz a mi.
Es decir, es una locura, quién iba a decirme a mi cuando me metieron en esa caja, que acabaría siendo una reina que da una imagen reconocida? Que vale, por ahora tampoco es que sea MUNDIALMENTE reconocida, pero oye, por algún sitio hay que empezar y yo no he podido empezar con nadie mejor.
Espero haberos transmitido un poco ni que sea; de manera muy breve y ligera lo que ha sido este tiempo aquí, desde el momento en el que Lena me miró y me llamó Nora por primera vez, espero que desde este punto, sigamos creciendo juntas, viendo sitios nuevos y conociendo a más gente interesante, que siga contando conmigo para los buenos y malos momentos; seguir viendo en sus ojos el amor y admiración que siente por mi y el resto de la familia, que sigamos sumando miembros a ella y que así El Baúl de las Kekas como tal, siga creciendo también.
Y ahora si me disculpáis, he de volver a mi rincón VIP a repasar las cosas que he de susurrar esta noche, que estoy ahí apretando para que Larina consiga su cambio de cuerpo y alguna cosilla más.
Chao Chao!
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