Pues si, aquí estoy una vez más…
El otro día Lena publicó una entrada, bastante escueta por no decir rancia, sobre las vacaciones y aprovechando que ya está de vuelta a su rutina y que puedo usar libremente el portátil sin que intente mirar lo que escribo, pues os dejo mi propia entrada sobre las vacaciones de este año.
No es la primera vez que a mi me lleva de vacaciones, hace unos años nos llevó a mi y a Mavis a un sitio en la montaña en el que habían perros por todas partes; no entraré en detalles porque no viene al caso, la cosa es que sí, en aquella ocasión lo pasé bien, pero ésta vez ha sido completamente distinto.
Aunque Lena nos llevaba a Nishiki y a mi a los sitios y de vez en cuando pues haciamos cosas las tres, la verdad es que hemos tenido bastante intimidad por su parte hacia nosotras y bueno, creo que gracias a eso he podido darme cuenta de que igual hay algo más que un simple encaprichamiento por mi parte para con Nishiki.
Ya sabéis, por que bueno, lo publiqué en las redes sin tener realmente la necesidad u obligación de hacerlo, que Nishiki y yo estábamos juntas, bueno, estamos, estamos juntas; y si, quizás al principio empezara como un capricho, pero montarnos el nido en casa y esa semana que hemos pasado fuera juntas pues ha hecho que el capricho evolucionara a algo a lo que no sé aun como llamar.
Quizás algunos lo llaméis amor, no lo sé; como nunca he sentido nada parecido a esto y mucho menos he estado enamorada no sabría decir; lo que si sé decir, es que este pequeño “viajecito” las dos solas nos ha unido mucho más y que ha sido muy bonito, por una parte que Lena decidiera enseñarnos ese lugar que ella considera de alguna manera mágico y por el otro, poder compartirlo con Nishiki de la manera en la que lo hemos compartido.
Y nada, hasta aquí el parte informativo de Nora sobre las vacaciones de 2020, espero que os haya resultado más interesante que la entrada de Lena.
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