Como con Nishiki, creo que ahora que Larina ya tiene su nuevo aspecto, pues es momento de hablaros un poco sobre su custom.

Como ya comenté en su día en la entrada en la que hablaba sobre las dudas que tenía con Larina y que estaba en plan “hay que rehacerla”; Larina llegó a El Baúl por el “amor a primera vista”; ya había visto alguna que otra Larina por las redes y aunque me parecía muy bonita en los customs que había visto, realmente no era un molde al que tuviera pensado traer a la familia, por lo menos de manera inmediata; ya sabéis, eso de no traer moldes sin tener un personaje definido o por lo menos una ligera idea de personaje para darle vida…

Y ahí estaba, en un grupo de compra/venta de facebook, toda bonita ella y a un precio decente, bien cuidada y por aquí “cerca” y quién le decía que no a esa carita…

En fin, eso, amor a primera vista.

Me sigue pareciendo muy bonita, pero llegó un punto en el que de alguna manera no la sentía como mía tal y como estaba. El cuerpo no me terminaba de gustar como posaba y el custom le daba una personalidad demasiado… simple (?), que no descarto igual en algún momento tener alguna muñeca de apariencia más “normal” por decrilo de alguna manera, pero por ahora creo que una de las cosas que definen la familia de El Baúl de las Kekas es precisamente la personalidad tan marcada que pueden llegar a tener sus miembros, así que la Larina que llegó, no terminaba de ubicarse.

En un principio pensé en cambiarle el cuerpo solamente, pero cuantas más vueltas le daba al asunto en la búsqueda de cuerpo nuevo, más cuenta me daba de que aun así, seguiría sin ser completamente parte de la familia, así que no le quedaba otra que pasar por el departamento de estilismo para un cambio completo.

Para el cuerpo nuevo, el nuevo que hizo Souldoll con doble articulación y al contrario que Nishiki, Larina iba a tener el pecho pequeño si o si, creo que es lo único de la antigua Larina que me encajaba más con ella misma, así que la idea de tener poco pecho la mantuve y creo que hice bien, no soy capaz de imaginarla con pechotes a esta chica y Souldoll solo tiene dos opciones para esta pieza.

Para el nuevo custom, también igual que con Nishiki el color del cuerpo con el de la cabeza no casan, en este caso por ser la cabeza algo “vieja”, que ya tiene sus añitos y yo no soy su primera dueña. Lo de igualar tonos, la verdad es que por ahora no lo llevo especialmente bien, pero no es que me importe demasiado, si me miro a mi misma excepto brazos y cara que es donde me da algo de sol, el resto de mi cuerpo es blanco “nucelar” así que tampoco tengo un tono de piel uniforme por todo el cuerpo.

Y como ya vistéis antes de desmaquillarla, quise relacionarla con Lula y que fueran compañeras de brujerías, así que su nuevo “rol” será basicamente unido a Lula y como compañeras de un mismo “clan” o “aquelarre” tienen tatuajes a juego. Las dos llevan tatuado en el mismo muslo un gato y las dos tienen también tatuada una constelación, en el caso de Lula es la de Capricornio (que sería la mía) y en el caso de Larina la de Libra (la de mi hermana).

Otra cosa que de alguna manera he querido mantener de la antigua Larina es el color de pelo, aun siendo un tono distinto, me gustaba eso de que fuera peliroja y me encajaba con la idea de inspirar a la nueva Larina en un dibujo de mi ilustradora favorita, Lostfish. Cuando me decidí a darle un nuevo aspecto a Larina tenía muy claro que quería inspirarme en sus dibujos para su nueva vida y la chica de este dibujo en concreto encajaba muy bien a la imagen mental que yo tenía de MI Larina, así que la tomé un poco de referencia a la hora de maquillarla y de arreglarle el pelo

No sé, estoy contenta con su nueva vida, no me ha resultado complicado hacerla y a medida que iba trabjando en ella, más ella misma la veía. De echo la miro y ahora si que la veo parte al 100% de El Baúl de las kekas, ahora si encaja en la familia y es más “yo”, tiene ese toque personal mío.

(Me recuerda a una calabacita de halloween, no sé a vosotros… :3).

Y nada, que hay que ir consiguiendo cosas brujiles y juguetitos y cositas tanto para ella como para Lula, pero por lo menos ahora si que puedo decir bien claro:

¡BIENVENIDA A LA FAMILIA, LARINA!

Categorías: General

El Baúl de las kekas

Mi nombre es Lena, tengo (ahora) 32 años y comencé en este hobby como una vía de escape de mis, entonces problemas personales; ahora se a convertido en una importante parte de mi vida y la disfruto como tal, aprendiendo algo nuevo día tras día.

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